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A las delgadas también les rozan los muslos.

Jueves.
 
Es de sobra conocido que a las gordas nos rozan los muslos. Como tenemos unos jamones así como de matanza de pueblo, rollizos, lustrosos y ricos ricos, carecemos de separación entre los mismos y lo pasamos mal, muy mal. El roce al andar produce que los pantalones siempre se nos desgasten por esa zona y si la tela es finita, no nos duren mucho... Y a eso sumamos a que en verano, del roce nos aparecen granitos, dolor, escozor, y en los casos más heavys, incluso heridas. Por suerte, tenemos las medias de verano o las bandelettes para sacarnos del apuro.
Bandelettes
 
 
 
Pero esta dolencia, no sólo la sufrimos las gordas... No. He hecho mi descubrimiento y os voy a dejar locas con la siguiente afirmación: 
 
 
 
 
A las delgadas también les rozan los muslos.

 
Desgaste por roce de muslos
Que sí, que sí. Lo creáis o no, esto no es un problema exclusivo de las gorditas. La otra noche tomando algo con mis amigas en una terraza, les estaba enseñando mis nuevos jeans de Violeta by Mango (esto para otro post) y me decían que al tacto parecían buenos. Yo les expliqué que como me rozan los muslos, los vaqueros no me duran nada, porque se me van desgastando y me los cargo, así que me los tengo que comprar más fuertecitos para que me duren. Y cuál fue mi sorpresa cuando dos de las 4 que estábamos me dijeron que a ellas también les pasaba. 😱 

Como lo oís. A todas las gorditas nos rozan nuestras patitas de jamón, pero a muchas delgadas también. Y es que no tiene que ver con el peso, si no con la distribución y forma de nuestro cuerpo. 

Mis amigas, ni de lejos están gordas, gastan una 36/38. Pero tienen los muslos más juntos y por ello tienen roces también. Por lo que sé, en menor medida que yo, porque en verano van tan felices con pantalones muuuuy cortos y vestidos o falditas. 

Ejemplo de Thigh Gap
Hace un tiempo, estaba muy de moda el famoso hueco entre las piernas llamado Thigh Gap. Muy popular entre las modelos. Vamos, que no les toca un muslo con el otro porque tienen cierta separación. Obsesionadas con ese paréntesis pernal muchas se volvieron locas con ejercicios específicos. Y yo por mi parte, daba por sentado que todas las delgadas lo tenían. Nada más lejos de la realidad.

Esta chorrada (como la copa de un pino) me ha servido para darme cuenta de qué mínimas y qué pocas son las cosas que nos diferencian a unas y otras. Que al fin y al cabo todas somos mujeres y cada una tenemos nuestras cosillas . Que incluso lo que yo me he pasado la vida pensando que era una diferencia notable entre nosotras, no existe. 

En resumen, que nos olvidemos de los prejuicios y pensamientos negativos que tengamos, aunque sean nuestros propios y dejemos de compararnos. Cada cuerpo es un mundo y cada mundo tiene sus propias montañas.

 


Un beso. Bg.

1 comentarios:

Beibru dijo...

Begooo!! Pero si a mí esto me ha pasado toda la vida! Desde pequeña he tenido granitos y picores y pantalones rotos jajajaja. Ahora, en menor medida, pero también! Mis muslos siempre han sido gordos! Y lo prefiero, esa separación entre muslos me da mucho repelús verla ajjjjjj. Vivan los muslazossss!!!

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